Un suceso tan terrible como puede ser un accidente de trabajo o la enfermedad profesional acarrea la existencia de unas responsabilidades hacia la empresa y también para el empresario persona física.
La ley de prevención de riesgos laborales señala a los empresarios como responsables de salvaguardar la seguridad de sus trabajadores y de que se apliquen todas las obligaciones legales que dicha ley trae en su articulado. De echo, se les hace responsables también, de los daños ocasionados a los trabajadores en el desempeño de su actividad profesional, con la única excepción de aquellos supuestos en los que se pruebe una conducta imprudente y temeraria del trabajador. Sigue leyendo