La mala iluminación se considera signo de poca capacidad económica, pues una ciudad (o zona rural) que quiera parecer próspera e importante difícilmente encajaría con una situación de poca luz en las calles. Además, la asociación entre grado de iluminación y seguridad vial ha creado un estado de opinión a favor de la sobre iluminación.
A esto se le debe añadir la iluminación adicional de temporada, como es el caso de las fiestas de Navidad. Evidentemente, desde aquí no entraremos a discutir la relación entre iluminación extra y buenos resultados comerciales, pero sí parece que algo se debería poner en cuestión. Sigue leyendo