Esta semana pasada ha saltado a los medios la lamentable intervención del eurodiputado que esgrimía hirientemente y como una verdad escrita a fuego, la supuesta “debilidad” de las mujeres. Parece increíble que con todo lo que se haya avanzado en la sociedad, en el reconocimiento de los derechos de los trabajadores y en la responsabilidad social corporativa, aún salgan a la luz las miserias de comportamientos deplorables por parte de una sociedad con claros brotes machistas.
Camino de cambiar de década, echemos la vista hacia atrás y examinemos si realmente este es el punto donde queremos encontrarnos. Preguntémonos si realmente hemos equiparado los sueldos, los puestos con responsabilidad en las empresas o el trato que les ofrecemos a las mujeres trabajadoras. Sigue leyendo